CONSTRUCCIÓN DE ENTORNOS DE CONVIVENCIA: ALFABETIZAR LA MIRADA

Reflexiones compartidas en la sesión del martes 4 de julio 2023 dentro del ciclo de capacitaciones online «Eficacia Docente en Aulas de Difícil Desempeño» desarrollado en el marco del proyecto «Escuelas de Segunda Oportunidad: Generando Red en Europa».

 

Estudié el C.O.U. en un instituto público de Madrid. El profesor de Latín fumaba en clase aquellos cigarrillos de tabaco negro que se llamaban “Ducados”. Encendía uno con la brasa del anterior, sin parar. Era el año 1987 y recuerdo poco del Latín, pero si me acuerdo que tuve que cambiar de lentillas hacia mediados del curso, pues se iban poniendo amarillas.

Aquello era “normal”, nadie decía nada: ni los alumnos, ni las familias, ni la Dirección del Centro. Es inevitable -decían-, nunca se podrá cambiar. Se fumaba también en el Metro, en el ascensor, en los autobuses…y sin embargo cambió.

Para ello hicieron falta dos energías: una legal y otra ética. La primera llegó en 2005 con la Ley de medidas sanitarias contra el tabaquismo.  La segunda llegó cuando fumar en espacios públicos dejó de ser percibido como aceptable por parte de los mismos que antes no decían nada: los alumnos, las familias, la Dirección del Centro…

Ahora tenemos una ley, la LOPIVI que busca hacer de las aulas un entorno protector, libre de toda forma de violencia. Nuevamente hay personas que dicen que nada se puede cambiar o que incluso ven como “normal” la exposición abusiva a pantallas que tienen los niños, los motes denigrantes entre chavales, las pintadas en los baños, la comida indigerible en los comedores… cada uno conoce su casa…

Con la ley en la mano tenemos la mitad del camino hecho, sí, pero falta la otra mitad. Hasta que no consigamos reeducar la mirada, revisar nuestros umbrales de tolerancia, dejar de asumir conductas de descuido y negligencia que también son maltrato, no conseguiremos terminar el trabajo.

La construcción de un entorno de convivencia es un proceso complejo, con ingredientes técnicos, pero perfectamente posible si empezamos por lo fundamental: alfabetizar la mirada del educador. Quizá no nos damos cuenta de lo amarillas que tenemos ya algunas lentes.

 

Autor: Antonio Rivas González. Consultor en Políticas de Buen Trato dirigidas a la infancia y personas en situación de vulnerabilidad, Instituto de Innovación, Desarrollo e Impacto Social (iidis)