La violencia –en cualquiera de sus manifestaciones- es una constante en nuestro entorno cotidiano y profesional, especialmente en el caso de aquellas personas en situación de vulnerabilidad. La violencia es un fenómeno complejo y cuya causa corresponde casi siempre a la suma de numerosos factores. Su comprensión, al igual que su prevención, exige un enfoque multidisciplinar y el compromiso de todas las personas involucradas.

La complejidad de esta problemática implica que no sólo es necesario evitar que las manifestaciones de violencia tengan lugar. No es suficiente sólo con proteger. Cualquier forma de violencia (al margen de que sea considerada o no delito por el Código Penal) afecta a la capacidad de desarrollo de las personas y la posibilidad de ejercer sus derechos. Crecer, aprender y vivir en entornos libres de violencia no es un privilegio, sino un requisito para el desarrollo saludable en todos los sentidos.

No basta con proteger. Para garantizar un entorno libre de violencia necesitamos añadir otras dos dimensiones: el buen trato y el cuidado mutuo. El buen trato supone hacer las cosas bien desde el punto de vista profesional y tratar a las personas con la dignidad que merecen.

El cuidado mutuo se refiere al empoderamiento y el desarrollo de la responsabilidad individual y colectiva respecto a nosotros mismos, los demás y el entorno. Un entorno sin violencia es un entorno donde las personas nos tratamos bien y cuidamos unos de otros.

Desde iidis llevamos mucho tiempo acompañando a las entidades, organizaciones y administraciones educativas que desean superar el marco tradicional de la protección para avanzar hacia espacios de desarrollo pleno y buen trato desde la perspectiva de la innovación. En este itinerario formativo presentaremos los fundamentos del Modelo “Sistema de Protección Interno” y su aplicación en el contexto educativo, lo cual permite cumplir también con la LOPIVI y consolidar la creación de la figura de Coordinador/a de Bienestar y Protección Infantil.